CONFESIONES ERÓTICAS DE UNA MADURA CASADA Y PACATA por Paquita Márquez Ayuso

 Confesiones eróticas de una casada madura y pacata

Confieso, no sin rubor, que en mi matrimonio, el follaje (no el de los árboles frondosos, sino el otro) va perdiendo fuerza e importancia en mi vida. Y no es falta de gusto, ¡qué va!; nos  gusta, pero no  con la devoción de antaño. No sé si fallan las fuerzas, se va desgastando la imaginación  o sencillamente, no tenemos ganas de emplearnos a fondo con la líbido. Porque, con sinceridad, para conseguir algo que se le parezca a los éxtasis de no hace tanto tiempo, se necesita mucho de esas tres cosas, y a mi marido y a mí,  nos da pereza.

La otra noche, sin ir más lejos, mi cónyuge se puso cariñoso y tocón, y de buenas a primeras, va y me suelta: –¿Follamos o qué?

La verdad es que no tenía demasiadas ganas de meterme en faena, y pensé agarrarme al “o qué”, pero para no decepcionar al pobre, que por culpa de la diabetes se las ve y se las desea para ponerse en la forma reglamentaria para esas cosas, le dije con tono condescendiente:

–“Vaaale…”

 Como  por la  manera de decirlo  enseguida reconoció que las ganas no me sobraban,  propuso ver un rato de porno, a ver si me animaba.

— “¡Ni hablar!—le repliqué casi gritando—que el otro día me confesé con un cura de San Nicolás, y no veas cómo se puso conmigo cuando le hablé de mi complacencia  en pensamientos libidinosos. El santo varón puso el grito en el cielo, y yo le tuve que explicar que si no me imagino a George Cloony  o a Brad Pitt metiéndome  mano de mala manera, no consigo gran cosa, y entonces tú te frustras. Pues me endilgó una filípica sobre la pureza  de pensamiento, que me dejó hecha polvo. Ni siquiera quería darme la absolución, porque intuía que mi arrepentimiento no era sincero, y estaba convencido  de  que, a la primera ocasión, volvería a las andadas. Al final lo convencí, y me absolvió. Sólo  faltaba  ahora ir a decirle que veo porno para entrar en materia; es capaz de excomulgarme. ¿Tú qué dices?

 La respuesta de mi hombre, fue un sonoro ronquido que me hizo cosquillas en el oído izquierdo, y, francamente, produjo en mi ánimo cierta sensación de alivio.

Lo dicho: el follaje en mi vida, ya no es lo que era…

2 comentarios sobre “CONFESIONES ERÓTICAS DE UNA MADURA CASADA Y PACATA por Paquita Márquez Ayuso

Deja un comentario

MasticadoresFEM / Editora: Mercedes G. Rojo

"Solo quiero que se me recuerde como una persona que quería ser libre” Rosa Parks

Isabel Alonso Díez

Arte & Activismo

A Tinta China

Plasmando palabras, a la luz de la pluma

El sentir de un instante

Solo soy yo cuando siento/ Cuando sueño me transporto/ y cuando escribo regreso ©Alberto Blanco González

RETAMAS Y CODESOS

Página de literatura, reseñas y poemas

Masticadores

Libres, digitales, inconformistas

ENTRE LA SOLEDAD Y EL APLAUSO... ESCRIBO

Soy un reflejo de mis historias, si no escribiera sería una sombra de mi misma

David Ortega

Blog literario y filosófico

POETAS EN LA NOCHE

Poesía, cuentos y relatos

Lo irremediable

Cultura accesible a todos @conejoexistencial

Andiñuela de Somoza

Pueblo maragato, perteneciente al ayuntamiento de Santa Colomba.

Versos en la Somoza

Poesía en el umbral de la Maragatería

TAM-TAM PRESS

TRAFICO DE CULTURA / Piensa, crea, actúa, retumba...

WordPress.com en Español

Blog de Noticias de la Comunidad WordPress.com