Recuerdo el disco dedicado en la radio que mi familia me regalaba; casi siempre era la canción de Manolo Escobar “Mi niña bonita”. Nos reuníamos alrededor del aparato, en un silencio solemne, para oír como el locutor decía: “Ahora, en el día de su cumpleaños, este locutor tiene el honor de, a petición de sus seres queridos, obsequiar a Julita esta canción que seguro le va a gustar mucho”. Aplausos y luego, nadie hacía el menor ruido hasta que terminaba la canción; momento en el que los besos me llovían y no me importaba tener que esperar hasta la tarde para la merienda, la tarta y los demás regalos porque me sentía especial y amada.
Son muchos los recuerdos de mi infancia que están unidos a la radio. Como las tardes en la buhardilla de mi vecina Iluminada, escuchando embobada, aunque sin entender muy bien, los dramones de las novelas patrocinadas por La Lechera y El Colacao y que a ella la hacían llorar, ante los sufrimientos de la criadita seducida por el desalmado señorito que tenía que abandonar al fruto de esa pecaminosa relación, en el torno de las monjas de clausura; después de haber sido despedida y que solía terminar en la mala vida.
Para mí, era imposible imaginar la Navidad sin los villancicos de la radio y el sorteo de la Lotería Nacional; esa cantinela de los niños y niñas del colegio de San Ildefonso que mantenía a toda la casa en un sin vivir. Al final de la retrasmisión, los comentarios solían ser, si había caído el reintegro o la pedrea: “Menos es nada; hemos recuperado lo jugado” o el más común: “Mientras haya salud…” En Noche Vieja, las doce campanadas a todo volumen desde el reloj de la Puerta del Sol, volvían a hacer de la radio la dueña y señora del salón. Tres veces se ha oído mi voz por la radio; la primera cantando El Toro Enamorao de la Luna; la segunda al acertar que Truman fue presidente de Estados Unidos y la tercera, fue un audio que envié a un concurso de Cartas de Amor.
Los Domingos futboleros con aquel gol infinito de Matías Prats, voz inconfundible del NODO, forman parte de la historia de nuestra radio, gracias a ella, estamos conectados al pasado, el presente y el futuro aunque a veces, lo que escuchemos no siempre sea lo que deseamos recordar, saber o esperar.
BREVE BIOGRAFÍA
Mi nombre es Julia Martínez Congregado y soy una enamorada de la lectura y la escritura. El año pasado, publiqué mi primer libro titulado “Amada Vida Mágica”. Tengo varios cuentos y relatos incluidos en antologías de Uruguay, México y Argentina. También he recibido diplomas y menciones por mi participación, a través de Escritores Organización, en concursos y certámenes.
Me ha encantado este relato, he podido transportarse a través de las detalladas descripciones a esos tiempos donde la radio era un entretenimiento familiar querido y deseado por todos y todas.
Gracias por compartir con el mundo.
Eres Grande ❤️
Gloria
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Me encanta la lectura que te transporta en el tiempo, nada que ver con la vida digital que llevamos ahora.
Enhorabuena a los autores que no dejan el bolígrafo y el papel, métodos que no deben perderse…
Felicidades a la autora reconocida mundialmente!
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Muchísimas gracias, verdaderamente la radio nos conecta dejando volar la imaginación de una manera muy especial
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